Se dió una nueva reunión para el relanzamiento del chavismo en las universidades merideñas, y se avanzó algo; quizá no en la dirección que se quería, pero se avanzó.
El propósito de la reunión era suscribir una proclama, base teórica mínima para anunciar el relanzamiento, captar a colegas aún no enterados y lanzarnos a la acción. Se conformarían grupos que tuviesen intereses y capacidades afines, para formular proyectos que se ensamblarían en la realidad popular; es decir, para comenzar a actuar.
No fue posible avanzar en esta dirección, porque nos enzarzamos en una importante discusión sobre el contenido del documento, su necesidad o no, lo que tendría que contener y no estaba, lo que sobraba, la manera de decirlo y sus implicaciones semánticas, teóricas y filosóficas... Nada de bizantinismo, lana caprina o sexo de los ángeles; sólo enjundia, sumo conocimiento. ¡Provechosa la discusión! Aportes brillantes y demostraciones de la autoridad vivencial que teníamos para darle peso a las opiniones que emitíamos, y todo lo cual constituye un avance que no podemos negar. El próximo viernes nos volveremos a reunir, para ver en qué dirección avanzaremos en nuestro propósito de incorporarnos a la guerra que estremece a la patria.
Transcribo a continuación la proclama que debíamos suscribir, pero que sirvió para generar tan enriquecedora polémica:
ULA, UPTMKR, UNEFA, UBV, CUHELAV, UNA, UNESR, UNESUR, CIDA, FUNDACITE, CENDITEL
Hoy, 4 de marzo de 2016, reunidos en la Universidad Politécnica Territorial de Mérida “Kleber Ramírez”, luego de las acciones preliminares llevadas a cabo en Fundacite-Mérida el 26 de febrero pasado, un grupo de trabajadores, obreros, estudiantes y profesores de las universidades e institutos ligados al sector de ciencia y tecnología que hacemos vida en el estado Mérida, anunciamos la creación y puesta en marcha del Frente Patriótico Universitario (FPU), con el fin de refundar el movimiento bolivariano, revolucionario y chavista en nuestras casas de estudios, y de esta manera hacer frente a la arremetida de la derecha que ha podrido el estamento universitario, ha socavado la viabilidad y credibilidad de nuestras instituciones, al transformarlas en meros apéndices de los partidos políticos ligados a los terratenientes y burguesía depredadora, que pretenden hacerse nuevamente con el poder, mediante la manipulación, el engaño, la tergiversación de los hechos históricos, y, ciertamente, cabalgando sobre nuestros propios errores.
El Frente Patriótico Universitario es el resultado de una conjunción de ideas, percepciones y modos de obrar que nace como genuino movimiento bolivariano, con criterio y acción propios en el devenir del proceso de la revolución bolivariana, con vocación de poder, que comparte y promueve la tesis de asumir los retos y desafíos históricos pendientes y que no han sido resueltos aún, que entiende y comprende la máxima “el pueblo al poder”, con toda la carga de responsabilidad que ello contiene.
El Frente Patriótico Universitario se traza como uno de sus fines, con humildad, paciencia, aplicando la democracia plena, pero con un claro sentido de la realidad, el ir conquistando, acompañando, paso a paso, los diferentes sectores universitarios, en sus reivindicaciones materiales, espirituales e intelectuales, que han sido destruidas, aminoradas, desaceleradas y desatendidas por las desastrosas administraciones de la derecha universitaria, especialmente en las universidades autónomas.
El Frente Patriótico Universitario declara, además, que ejercerá de forma radical la máxima del Comandante Chávez: “Irreverencia en la discusión, lealtad en la acción”, considerando que ha sido una práctica políticamente equivocada, históricamente negada e intelectualmente incoherente, la aceptación de métodos, políticas y procedimientos aplicadas o a ser aplicadas al sector universitario y de ciencia y tecnología, sin que haya mediado previamente la consulta y discusión necesarias gobierno-pueblo, suscitando mutua desconfianza, desinterés, escepticismo y falta de compromiso revolucionario.
El propósito de la reunión era suscribir una proclama, base teórica mínima para anunciar el relanzamiento, captar a colegas aún no enterados y lanzarnos a la acción. Se conformarían grupos que tuviesen intereses y capacidades afines, para formular proyectos que se ensamblarían en la realidad popular; es decir, para comenzar a actuar.
No fue posible avanzar en esta dirección, porque nos enzarzamos en una importante discusión sobre el contenido del documento, su necesidad o no, lo que tendría que contener y no estaba, lo que sobraba, la manera de decirlo y sus implicaciones semánticas, teóricas y filosóficas... Nada de bizantinismo, lana caprina o sexo de los ángeles; sólo enjundia, sumo conocimiento. ¡Provechosa la discusión! Aportes brillantes y demostraciones de la autoridad vivencial que teníamos para darle peso a las opiniones que emitíamos, y todo lo cual constituye un avance que no podemos negar. El próximo viernes nos volveremos a reunir, para ver en qué dirección avanzaremos en nuestro propósito de incorporarnos a la guerra que estremece a la patria.
Transcribo a continuación la proclama que debíamos suscribir, pero que sirvió para generar tan enriquecedora polémica:
Frente Patriótico Universitario
ULA, UPTMKR, UNEFA, UBV, CUHELAV, UNA, UNESR, UNESUR, CIDA, FUNDACITE, CENDITEL
Hoy, 4 de marzo de 2016, reunidos en la Universidad Politécnica Territorial de Mérida “Kleber Ramírez”, luego de las acciones preliminares llevadas a cabo en Fundacite-Mérida el 26 de febrero pasado, un grupo de trabajadores, obreros, estudiantes y profesores de las universidades e institutos ligados al sector de ciencia y tecnología que hacemos vida en el estado Mérida, anunciamos la creación y puesta en marcha del Frente Patriótico Universitario (FPU), con el fin de refundar el movimiento bolivariano, revolucionario y chavista en nuestras casas de estudios, y de esta manera hacer frente a la arremetida de la derecha que ha podrido el estamento universitario, ha socavado la viabilidad y credibilidad de nuestras instituciones, al transformarlas en meros apéndices de los partidos políticos ligados a los terratenientes y burguesía depredadora, que pretenden hacerse nuevamente con el poder, mediante la manipulación, el engaño, la tergiversación de los hechos históricos, y, ciertamente, cabalgando sobre nuestros propios errores.
El Frente Patriótico Universitario es el resultado de una conjunción de ideas, percepciones y modos de obrar que nace como genuino movimiento bolivariano, con criterio y acción propios en el devenir del proceso de la revolución bolivariana, con vocación de poder, que comparte y promueve la tesis de asumir los retos y desafíos históricos pendientes y que no han sido resueltos aún, que entiende y comprende la máxima “el pueblo al poder”, con toda la carga de responsabilidad que ello contiene.
El Frente Patriótico Universitario se traza como uno de sus fines, con humildad, paciencia, aplicando la democracia plena, pero con un claro sentido de la realidad, el ir conquistando, acompañando, paso a paso, los diferentes sectores universitarios, en sus reivindicaciones materiales, espirituales e intelectuales, que han sido destruidas, aminoradas, desaceleradas y desatendidas por las desastrosas administraciones de la derecha universitaria, especialmente en las universidades autónomas.
El Frente Patriótico Universitario declara, además, que ejercerá de forma radical la máxima del Comandante Chávez: “Irreverencia en la discusión, lealtad en la acción”, considerando que ha sido una práctica políticamente equivocada, históricamente negada e intelectualmente incoherente, la aceptación de métodos, políticas y procedimientos aplicadas o a ser aplicadas al sector universitario y de ciencia y tecnología, sin que haya mediado previamente la consulta y discusión necesarias gobierno-pueblo, suscitando mutua desconfianza, desinterés, escepticismo y falta de compromiso revolucionario.
Finalmente, el Frente Patriótico Universitario llama a cerrar filas alrededor del Presidente Nicolás Maduro, hijo político del Comandante Hugo Chávez, amenazado por factores violentos financiados por el imperialismo norteamericano, atenazado por un histórico derrumbe de los precios del petróleo que limita enormemente la inversión social, enfrentándose al desgaste propio del manejo del gobierno bolivariano durante casi dos décadas de innegables logros sociales y económicos, pero que las realidades históricas del momento, indican la necesidad de un profundo cambio en los modos de producción y en las bases económicas de la nación.
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